Un supuesto encuentro entre el presidente colombiano Gustavo Petro y el narcotraficante ecuatoriano José Adolfo Macías Villamar, conocido como alias Fito, ha generado gran controversia en los medios internacionales y entre la opinión pública. La situación se intensificó tras la extradición de Fito a Estados Unidos, donde hizo declaraciones sobre el mandatario colombiano.

El 24 de mayo de 2025, Gustavo Petro viajó a Quito para asistir a la toma de posesión del presidente Daniel Noboa. Posteriormente, se trasladó a Manta, una ciudad costera con altos índices de criminalidad, controlada por el grupo criminal Choneros, liderado por Fito hasta su captura el 25 de junio. Durante su estancia, surgieron rumores de que Petro se habría reunido con el narcotraficante, quien es acusado de múltiples crímenes en Ecuador y de gestionar el tráfico de drogas a nivel internacional.

Petro desmintió estas afirmaciones, declarando: "No tengo ni idea quién es el tal Fito. Como presidente que visita un país extranjero, siempre soy cuidado permanentemente, día y noche, por la fuerza pública del país hermano". El ministro del Interior ecuatoriano, John Reimberg, también aclaró que Petro estuvo en una casa de lujo y no salió durante su visita, aunque no pudo confirmar con quién se reunió.

Además, una carta manuscrita, supuestamente firmada por Fito, llegó a la Embajada de Colombia en Quito, donde el narcotraficante expresaba su disposición a entregarse a las autoridades, pero temía por su vida. Sin embargo, tanto la Casa de Nariño como el Ministerio de Relaciones Exteriores negaron cualquier encuentro entre Petro y Fito.

El abogado de Fito, Alexei Schacht, afirmó que no hubo contacto entre su cliente y el presidente colombiano. "Mi cliente no tiene contacto con el presidente Petro, ni en persona ni por llamadas", aseguró. Schacht también destacó que Fito no se entregó voluntariamente, sino que fue capturado por las Fuerzas Armadas de Ecuador en un operativo.

Fito enfrenta cargos en Estados Unidos relacionados con la compra de armas y el tráfico de drogas, aunque su abogado sostiene que muchos de estos cargos son incorrectos. Schacht enfatizó que Fito no tiene planes de colaborar con las autoridades y que su imagen en los medios es exagerada, comparándolo erróneamente con figuras como Pablo Escobar.

A pesar de las declaraciones de su defensa, las autoridades de Ecuador y Estados Unidos tienen evidencia que sugiere que Fito ha jugado un papel crucial en el tráfico de cocaína desde Colombia hacia el extranjero, estableciendo alianzas con grupos armados ilegales. La situación sigue en desarrollo, y el caso de Fito se mantiene abierto en los tribunales.