Frente a las costas de Tenerife yace El Peñón , un remolcador de 35 metros de eslora que descansa a 30 metros de profundidad y se ha convertido en uno de los pecios más visitados del archipiélago canario. Su hundimiento no respondió a ninguna tragedia marítima, sino que fue una operación planificada ejecutada en el verano de 2006 para transformarlo en arrecife artificial después de retirar meticulosamente cualquier elemento contaminante, comola pintura del casco.

La embarcación, que actualmente aparece escorada 30 grados a estribor, fue hundida estratégicamente para enriquecer los ecosistemas marinos y fomentar el turismo de buceo en la isla. El resultado ha superado todas las expectativas , creando un vibrante refugio para especies marinas y ofreciendo una experi

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