Giorgio Armani no solo marcó un antes y un después en la moda internacional; también abrió un camino inexplorado: la unión entre alta costura y deporte. Su visión lo convirtió en un pionero dentro de un sector en el que las grandes casas de lujo apenas habían incursionado.
Fundador de su firma en 1975, Armani levantó un imperio con más de 350 tiendas en el mundo y dejó huella en Hollywood con películas como American Gigolo, El caballero oscuro o El lobo de Wall Street. Pero desde los años noventa decidió que su sello también debía estar presente en las canchas. Vistió a la selección italiana en el Mundial de 1994, volvió a hacerlo en la Eurocopa 2021 —con título incluido— y desde 2012 su firma EA7 acompaña a los atletas de Italia en los Juegos Olímpicos.
En 2008 dio un paso decisivo al c