Que la vida está llena de sinsentidos lo sabe hasta el más ingenuo. Pero eso no quita que cuando te topas de frente con alguno especialmente incongruente, te quedes atónito. Un ejemplo, el caso que nos ocupa. María Jesús Puerta (Barcelona, 1968), ingeniera de formación y profesión, ganó la primera fase de un desafío de la NASA en la que el reto (dividido en dos fases y premiado con tres millones de dólares) consistía en reciclar la mayor cantidad posible de 4.500 kilos de desechos ubicados en la Luna. Esta catalana, sola, desde su casa y con su viejo portátil (como explicó en su día La Vanguardia ) consiguió que su proyecto fuera uno de los seis ganadores de entre los 1.200 que se presentaron procedentes de 80 países distintos.
Sabía de antemano que no podría optar al premio económico