Me es digno expresar este pensamiento para quien expresó parte de su humanidad para tantos con tantos ¡casos especiales! logrando madurar con sus esfuerzos y entregarlo como fruto de su trabajo, por encima y a tiempo quizás dejando todo su desvelo; en lo más importante por este recorrido del ser: hijo padre y amigo, lo diferenció a tono de su estilo de voz y arte, al hablar con su promedio de tiempo ya hecho largo camino; dando al conocer la diversidad de matices, siempre con el inolvidable eslogan,…( Ambrosio dame la hora ), que cada quien disfrutaba, por su jocosa interpretación.

Además hubo en él algo, en sus relevantes remembranzas, estimulando y dando disfrute, en mi caso siempre reconocí la diversidad de valores; pero hubo una preferida por mí, escucharle cuando contaba sus conoci

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