Por MOGOMOTSI MAGOME

UPINGTON, Sudáfrica (AP) — En lo profundo de la provincia del Cabo Norte de Sudáfrica, al sur del desierto del Kalahari, una luz resplandeciente se eleva sobre docenas de paneles de espejos solares.

Los espejos se inclinan en diversos grados a lo largo del día, siguiendo los rayos del sol y proyectándolos sobre una torre. La torre alberga un receptor que absorbe el calor intenso, hierve agua y produce vapor a alta presión. Esto se convierte en 50 megavatios de electricidad, suficiente para abastecer a más de 40.000 hogares durante 24 horas.

El proyecto KHI Solar One es uno de los muchos que buscan añadir energía renovable a la red eléctrica de Sudáfrica, que depende en gran medida de las centrales eléctricas de carbón.

Sin embargo, mientras cientos de delegados se

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