Fernando Ojeda Llanes (*)
La comunicación entre áreas ha dejado de ser una opción para convertirse en un pilar fundamental de la gestión moderna. La Dirección de Finanzas, tradicionalmente vista como el guardián de los números y los informes, ha evolucionado para ocupar un lugar estratégico en la toma de decisiones, funcionando como el centro neurálgico que conecta, interpreta y da sentido al quehacer de las diversas áreas clave de la organización. El éxito empresarial depende en gran medida de la capacidad de las personas directivas para dialogar, coordinar y alinear objetivos. Finanzas, en este nuevo contexto, no solo administra recursos; lidera conversaciones críticas que definen el rumbo colectivo y garantizan la sostenibilidad de la empresa.
La relación entre Finanzas y el área Come