La transformación del comercio en las ciudades no se limita únicamente a grandes capitales, incluso las calles más emblemáticas de cada ciudad muestran un dinamismo constante que refleja cambios sociales, culturales y económicos . La renovación de los espacios comerciales, la llegada de nuevas franquicias y el cierre de negocios históricos son fenómenos que permiten observar de manera directa cómo evoluciona la vida urbana y cómo los hábitos de consumo se adaptan a nuevas tendencias. Estas transformaciones no solo afectan la estética de las calles, sino también la experiencia de quienes las recorren a diario, creando un paisaje que combina tradición y modernidad.
En Zaragoza , la calle Alfonso I es un ejemplo claro de este fenómeno. Su paisaje comercial ha cambiado notablemente en los