La pregonera de las fiestas de la Virgen de la Vega, Sara Cuadrado-Castaño , explicaba en una entrevista que se sentía charra por los cuatro costados y las palabras pronunciadas desde el balcón del Ayuntamiento lo han corroborado.
Así, ha comenzado su discurso recordando sus peripecias en Garrido y los juegos en el depósito de aguas de la Chinchibarra, las piteras, las rodilleras en los pantalones "de las que presumía como si fueran medallas olímpicas" y la "gran ilusión" por las fiestas de Salamanca "porque suponía mi regreso a la ciudad, después de pasar el verano con mis abuelos en el campo y la vuelta al cole, que me hacía tan feliz" ; y también porque implicaba bajar a los "cacharritos". "Mis dos hermanos y yo iniciábamos una insistente persecución familiar y nos las arregláb