Hay una nota en la consola central de la camioneta de mi esposo que declara con devoción y calidez: “Te amo. Superaremos esta situación”.
Yo no la escribí y ellos no lo superaron. La nota es de su exesposa.
Cuando empecé a salir con Ben, nos costó empezar de cero. Por años, había reservado grandes espacios de mi memoria para el cumpleaños, el número de teléfono, los gustos, los deseos y los sueños de mi cónyuge anterior. Ahora recuerdo el cumpleaños de Ben, así como su sabor de helado favorito y lo que suele ordenar en nuestra charcutería local. Pero cuando intento recitar de memoria su número de celular, todavía me cuesta recordar los dígitos.
A veces a Ben también le cuesta recordar cosas. Una vez, casi un año después de que habíamos empezado a salir, comentó a la ligera que yo era un