«El ejército mauritano nos golpeó con palos y con un látigo de goma. Nunca había visto una actitud tan brutal» , relata Marco Gibson, ciudadano liberiano, agredido y expulsado a una zona peligrosa de la frontera de Malí. Este es solo uno de los testimonios recogidos en el informe Me acusan de intentar ir a Europa de la oenegé Human Rights Watch (HRW), que documenta entre 2020 y 2025 un patrón de detenciones arbitrarias, torturas, violaciones, extorsiones y expulsiones colectivas perpetradas por las fuerzas de seguridad mauritanas con apoyo financiero y logístico de la Unión Europea y de España.
Mauritania se ha convertido en un muro invisible y violento para las miles de personas que tratan de llegar a Canarias a través de la ruta atlántica . Allí, la represión se cuenta en prime