El crimen de María Soledad Morales marcó un quiebre en la Catamarca de los años noventa dominada por los Saadi y puso en evidencia la impunidad con que se manejaban familiares y amigos cercanos a los funcionarios políticos. Más de treinta años después tuvo lugar en Chaco otro crimen que también conmocionó a todo el país y que, por sus características, recordó el de la adolescente de 17 años asesinada: la desaparición de Cecilia Strzyzowski , cuyo juicio comenzará en octubre próximo.
Ambos casos se caracterizaron por haber sido cometidos por personas denominadas por la sociedad como "hijos del poder" y por el registro de movilizaciones populares que exigieron justicia y el esclarecimiento de los hechos. Asimismo, pusieron en jaque al poder y generaron que cayeran dirigen