Este lunes el Parlamento de Francia tumbó a su segundo gobierno en tan solo nueve meses. Fue durante un tenso debate consagrado a la deuda pública. Desde el fallido adelanto electoral de 2024, el país vive una profunda inestabilidad política sin mayorías parlamentarias estables.

En esta ocasión, la crisis desatada fue la caída del primer ministro, François Bayrou , en un «intento de convencer a los diputados de apoyar su plan presupuestario para 2026, que prevé 44.000 millones de euros (51.600 millones de dólares) de recortes .

Pese a no estar obligado, el primer ministro se sometió a una moción de confianza que perdió. Fueron 364 los diputados que votaron en su contra y solo 194 lo respaldaron.

«Ustedes pueden derrocar al gobierno, pero no pueden borrar la realidad», urgió en

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