El Congreso de Estados Unidos ha hecho público un dibujo erótico. Un pequeño y críptico guion audiovisual, o algo parecido, escrito dentro de la silueta de un cuerpo desnudo femenino, con explícita alusión al pecho y el vello púbico. De por sí, la noticia es atípica. Si se tiene en cuenta que el autor es el presidente de Estados Unidos, se llega a niveles inimaginables. Pero si la historia se completa con el hecho de que el destinatario, en 2003, era el financiero pederasta Jeffrey Epstein, y que Donald Trump negó y niega vehementemente que ese dibujo exista -e incluso denunció por 10.000 millones de dólares a The Wall Street Journal, el periódico que lo desveló. Se roza el paroxismo.
Por El Mundo
Los abogados encargados del patrimonio de Epstein, que se suicidó en prisión en 2019 tras s