La depresión y la tristeza suelen confundirse en el lenguaje cotidiano, aunque corresponden a realidades muy distintas. La tristeza hace parte de las emociones humanas naturales. Es una reacción pasajera frente a pérdidas, frustraciones o situaciones dolorosas, y suele disminuir con el tiempo o al resolverse la causa que la originó.
En contraste, la depresión constituye un trastorno de salud mental que afecta de manera profunda la vida cotidiana. Sus síntomas se prolongan durante semanas o meses y pueden alterar el sueño, la alimentación, la concentración y las relaciones sociales.
El psiquiatra Miguel Betín explicó en diálogo con La FM que diferenciar ambas condiciones resulta clave. Reconocer que la depresión va más allá de un estado de ánimo momentáneo evita que se minimicen sus señal