Las elecciones en la provincia de Buenos Aires siempre funcionaron como un termómetro de la política argentina. Sin embargo, lo que dejó la campaña de 2025, observada desde la conversación digital de los bonaerenses, revela un fenómeno preocupante: la centralidad absoluta del presidente Javier Milei en un proceso que debería estar orientado a discutir la gestión provincial y los desafíos propios del distrito más poblado del país.

Desde ya, este fenómeno no tiene un responsable único. Tanto oficialismo como oposición se encargaron de nacionalizar la contienda electoral desde el momento mismo del desdoblamiento de los comicios (decisión que le valió al gobernador Axel Kicillof el reproche -uno más- de la expresidenta Cristina Kirchner).

El nombre de Javier Milei domina la nube de palabras

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