El diseñador italiano Giorgio Armani, fallecido el pasado jueves con 91 años , fue despedido este lunes con un funeral estrictamente privado en el pueblo de Rivalta (norte) antes de ser sepultado en el panteón familiar.

El féretro llegó al pueblo lentamente a bordo de un coche y escoltado por seis personas en traje que fue recibido con pétalos de rosas blancas —las favoritas del diseñador— mientras las campanas de la localidad tocaban a muerto.

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Después se celebraron las exequias en la iglesia del pueblo de forma privada, solo ante 62 personas, entre su familia y algunos de sus allegados, tal y cómo había dispuesto en vida.

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A las puertas de la iglesia se depositó una corona de flores blancas con una banda en la que podía leerse "con mucho afecto, sus e

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