Madrid

Era 1914 cuando Ernst Leitz II decidió producir en serie el revolucionario invento de la "Ur-Leica" de Oskar Barnack, un prototipo que, sin embargo, no llegó al mercado hasta 1925 por culpa del estallido de la Primera Guerra Mundial. La máquina, compacta, resistente, de apenas 400 gramos de peso cambió la forma de entender la fotografía. Ya no hacía falta ni estudio ni trípode para soportar las pesadísimas cámaras con las que comenzaron a tomarse imágenes, y supuso el principio del fotoperiodismo moderno. "Al principio hubo muchísimas críticas y desconfianza sobre cómo se iba a fabricar, cómo iba a funcionar, qué tipo de calidad iban a tener las imágenes, cómo iba a ser posible que un prototipo tan pequeño pudiera funcionar, y además con un formato de 35 milímetros que era lo que i

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