María Soledad Morales tenía 17 años cuando fue asesinada por “los hijos del poder” en la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, un crimen que conmocionó a la Argentina y que destapó la impunidad de esa provincia.

María Soledad Morales era hija de Elías Morales y Ada Rizzardo. La joven cursaba 5° año de la secundaria en el Colegio del Carmen y San José, tenía siete hermanos y soñaba con ser madre y docente.

El 8 de septiembre de 1990, la adolescente asistió al boliche Le Feu Rouge, donde se realizaba una fiesta con el objetivo de recaudar fondos para el viaje de egresados del colegio.

Cuando se retiró, se subió al auto de Luis Tula, un hombre que la invitó a local bailable Clivus. En esa discoteca se la presentó a otros individuos, hijos de funcionarios públicos y policiales de l

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