LONDRES — El príncipe Harry regresó a Gran Bretaña el lunes para una visita de cuatro días repleta de reuniones y ceremonias, pero dominada por una única pregunta absorbente:
¿Se reunirá con su padre, el rey Carlos III?
No es una pregunta trivial.
El distanciamiento de Harry con la monarca de 76 años ha adquirido proporciones catastróficas tras las demandas y una emotiva entrevista con la BBC que el distanciado príncipe concedió en mayo.
Se ha convertido en la principal línea divisoria de la familia real británica, dividiendo no solo a Harry y a su padre, sino también al príncipe y a su hermano mayor, Guillermo.
A primera vista, los augurios de una reconciliación no parecen alentadores.
Carlos y su esposa, la reina Camila, se encuentran actualmente en Balmoral, el castillo escocé