La devoción del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, su familia y sus seguidores por Donald Trump y su ideología patriotera estadounidense induciría a la risa, de no ser porque no tiene nada de chistoso que hayan jaleado y aplaudido al magnate republicano para castigar a Brasil con los peores aranceles del mundo, aunque dañen seriamente la economía nacional.
El 7 de septiembre, Brasil conmemoró su Día de la Independencia y la ocasión fue aprovechada por miles de seguidores del líder ultraderechista (en prisión domiciliaria por riesgo de fuga) para agradecer a Trump su chantaje al gobierno de Lula da Silva, aunque no haya servido para frenar el juicio por golpista contra Bolsonaro, que ha entrado en su fase final en la Corte Suprema.
La manifestación más numerosa congregó a 42 mil perso