Como ocurre con otros acontecimientos deportivos, la Copa Mundial de futbol genera tensiones y dificultades relacionadas con la sobrecarga de infraestructuras, el carácter limitado de los recursos naturales y la falta de estrategias de movilidad. La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción advierte que la inversión pública en obras y servicios, que se mantiene en torno a 2.5 por ciento del producto interno bruto, resulta insuficiente, por lo que es necesario elevarla a por lo menos 4 por ciento. Aunque los estadios en México cuentan con certificación de la FIFA en estándares de edificación sustentable, el gasto más importante está en la comunidad, en escuchar a los vecinos y que las mejoras respondan también a sus necesidades, no sólo a la de los turistas, dice a La Jornada Gui

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