La cuenta regresiva para el Mundial 2026 ya empezó y, con ella, el entusiasmo de los aficionados latinoamericanos que quieren acompañar a sus selecciones en Estados Unidos, México y Canadá. El anuncio de la primera fase de venta de boletos coincide con un contexto económico particular: un dólar debilitado, lo que ha mejorado las condiciones para planear viajes internacionales.
En países como Colombia, donde la clasificación al Mundial ya es un hecho, las búsquedas de tiquetes y alojamiento hacia las sedes del torneo han comenzado a dispararse en un momento en el que la divisa acumula una apreciación de más 11% frente al billete verde en 2025, según un reporte de Bloomberg Línea.
Según Pablo Jaitman, country manager de Despegar Colombia, el dólar actual ha facilitado los planes de viaje.