Con un templo que vio desbordada su capacidad y una plaza colmada de fieles, la parroquia Virgen del Valle vivió este 8 de septiembre la solemne eucaristía en honor a su patrona , una celebración que unió a la feligresía en un mismo sentir de fe y tradición, y que contó con la presencia del obispo de la Diócesis de Ciudad Guayana, monseñor Carlos Cabezas.

Aunque el intenso calor de la tarde fue un factor adverso para los feligreses que abarrotaron el interior del recinto y sus alrededores, el espíritu devoto prevaleció.

Una parte considerable de los presentes observó la ceremonia desde los laterales y la plaza frontal, demostrando que la fe trasciende las incomodidades físicas.

Un mensaje de devoción auténtica y misión

La homilía de monseñor Cabezas se centró en el significado pr

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