En medio de la semana, el desafío en la cocina suele ser el mismo: preparar algo sabroso, nutritivo y que no demande horas de elaboración. Por eso la tarta de espinaca y ricota es una de las recetas más elegidas. Es versátil, se puede disfrutar caliente recién salida del horno o fría al día siguiente , y hasta funciona perfecta para llevar en la vianda.
Además, es una receta que admite variantes: con o sin tapa superior, con quesos distintos según el gusto de cada uno, o con un toque de hierbas frescas que le den aroma extra. Es rendidora, económica y una manera de sumar vegetales a la mesa de forma rica y tentadora.
El secreto para que esta tarta quede realmente deliciosa está en la calidad de los ingredientes. Una espinaca fresca bien lavada y escurrida, junto con una ricota c