Washington "Los enigmas nunca envejecen, ¿lo has notado?", escribía Donald Trump para felicitar el 50 aniversario de Jeffrey Epstein. Su relación con el depredador sexual parece que tampoco envejece –ni muere– nunca: cada vez que el presidente de Estados Unidos cree haber dejado atrás la conspiración sobre la lista Epstein que él mismo alimentó, la historia reaparece. En esta ocasión ha estado con la forma de una silueta femenina, que enmarca una conversación imaginaria entre Trump y Epstein y que el republicano firmó por debajo de la cintura. "Tenemos algunas cosas en común, Jeffrey", decía.
El libro de felicitaciones de Epstein se convierte en el libro de los horrores para Trump

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