CIUDAD DE MÉXICO.- Caminar es una acción cotidiana que suele pasar desapercibida, pero distintos estudios han mostrado que el ritmo y la postura al andar pueden ser un reflejo del estado emocional de una persona. Investigaciones científicas han encontrado que caminar lentamente, sin que exista una causa médica clara, se vincula con la depresión, la ansiedad y otros estados emocionales negativos.

El paso al caminar revela más que el estado físico

No solo la edad o la condición física influyen en la manera de caminar. También la personalidad y las emociones temporales se expresan en la marcha. Una persona no camina igual cuando se siente feliz que cuando atraviesa momentos de tristeza o tensión. La depresión, por ejemplo, se asocia a pasos más pausados, hombros caídos y menor movimiento

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