No todas las huellas que dejó el sismo ocurrido hace 40 años en México, el 19 de septiembre, son negativas porque ese fenómeno natural obligó al país y a la Universidad Nacional Autónoma de México a intensificar el estudio e investigación sismológica, además a incrementar su equipamiento y modernización en la materia, lo que redundó en lo que en la actualidad es el Servicio Sismológico Nacional (SSN).
El SSN, a cargo del Instituto de Geofísica (IGEF) de la UNAM y que el 5 de septiembre cumplió 115 años de operaciones, es uno de los centros de monitoreo más avanzados de Latinoamérica; está equipado con tecnología de punta que trabaja las 24 horas los 365 días del año.
Para replicar sus capacidades en materia de almacenamiento y procesamiento de información, y garantizar la continuidad de