Hace apenas unas décadas, encender un cigarrillo en un aula, en el trabajo o dentro de un autobús era una imagen cotidiana en España. Hoy resulta impensable. El país ha experimentado una de las transformaciones más profundas en Europa en cuanto a legislación antitabaco , con un camino que comenzó tímidamente en los años 80 y que culmina ahora, en 2025, con nuevas prohibiciones en terrazas, piscinas, campus universitarios o marquesinas de autobuses .
Los primeros pasos: finales de los 80
En 1988 se aprobó el primer gran decreto que limitaba el humo en lugares públicos. Desde entonces estuvo prohibido fumar en hospitales, colegios, cines o ascensores , aunque todavía se permitían zonas específicas para fumadores.
Ese mismo año se dio un giro fundamental: la publicidad del tabaco de