El Gobierno de México planteó un impuesto del 8 por ciento a los videojuegos con contenido violento, dentro de la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación para 2026. La propuesta forma parte de las reformas al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y tiene un enfoque extrafiscal, orientado a la salud pública y la seguridad.
De acuerdo con la exposición de motivos, se reconoce que los videojuegos son una forma de entretenimiento, pero su uso excesivo puede generar impactos negativos en la salud, como trastornos del sueño, preocupación constante y conductas hostiles. La Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogó en 2018 la adicción a los videojuegos como un trastorno mental.
La Secretaría de Hacienda argumenta que los títulos clasificados como C o D, no aptos para