Evitar posturas forzadas o mantenidas durante largos periodos de tiempo ya sea en el trabajo o realizando una actividad deportiva es crucial para tratar de evitar las lesiones de los nervios periféricos, encargados de «conectar el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo. Gracias a ellos, podemos movernos, sentir el tacto o la temperatura e incluso regular funciones automáticas como la presión arterial o la sudoración», explica la doctora Beatriz Mansilla Fernández, neurocirujana del Hospital Quirónsalud San José.

Pero cuando se dañan, ya sea por lesiones, enfermedades o compresión, las consecuencias pueden ser debilitantes, y causar dolor, entumecimiento y pérdida de función motora del paciente.

Según los datos de la Sociedad Española del Dolor, el dolor neuropático perifé

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