Se había calentado la escenografía y el atrezo del acto de apertura del año judicial. Algo así como en los tratos preliminares de los contratos. Lo había hecho el ausente, Pedro Sánchez que tras declarar a la exdirectora de El País, Pepa Bueno, en su rentré televisiva que había jueces que hacían política, así como políticos que hacían justicia, con referencia a los convolutos o demonios familiares particulares que le acechan, había suscitado la controversia y rechazo judicial.
También el Jefe de la Oposición había manifestado su contrariedad con su ausencia que el Fiscal General del Estado presidiera, en su situación procesal penal, el Acto de Apertura junto con el Rey Felipe y la Presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, Isabel Perelló. Sin embargo, a pesa