El Gobierno del primer ministro Khadga Prasad Oli bloqueó el acceso a varias redes sociales que no se habían registrado ante las autoridades dentro del plazo. Alegó “uso indebido” de plataformas: cuentas falsas que difundían odio, rumores, delitos cibernéticos y alteraban la convivencia. La medida encendió las calles: miles de jóvenes —las llamadas “manifestaciones de la Generación Z”— salieron a protestar.
Aunque el Ejecutivo revocó rápidamente la prohibición, el malestar ya no era solo por las redes. Los manifestantes canalizaron una frustración acumulada: percepción de corrupción, nepotismo, falta de castigos en casos emblemáticos y pocas oportunidades económicas (con desempleo juvenil alto). En TikTok y otras apps venía creciendo la indignación por el ostentoso estilo de vida de