La mili vuelve. Como concepto, el servicio militar –voluntario u obligatorio– recobra fuerza y regresa al debate político y social, tras décadas de ostracismo. Cuando pensábamos que en Europa el término iba camino de convertirse en histórico, el miedo a Putin y a la Rusia expansionista, con el aliento de los intereses de la industria militar, ha despertado los fantasmas del ayer y ha obligado al viejo continente a plantearse cómo salir a marchas forzadas del letargo pacifista. En Alemania, la incorporación de los jóvenes a su mermada Bundeswehr vuelve a ser una realidad, aunque por el momento sólo tiene carácter voluntario, hasta nueva orden. En la mayoría del norte europeo, los refuerzos humanos no dejan de llegar. En Francia, el país que inventó la mili tras su Revolución, el debate tamb

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