Tijuana, 9 de septiembre. Rubén Ramírez Gómez es una persona que, a pesar de haber perdido ambas piernas, siempre ha mostrado un espíritu independiente y un deseo constante de conocer nuevos lugares. Recientemente viajó a Tijuana con la esperanza de tratar un problema de visión.

Originario del estado de Morelos, Ramírez Gómez relató que hace 35 años sufrió un accidente en un tren carguero en Tepic, Nayarit, que le costó la pérdida de ambas piernas . Como consecuencia, no pudo continuar con su empleo y se vio obligado a reconstruir su vida.

Agregó que siempre se consideró la “oveja negra” de su familia, pues desde muy joven dejó su pueblo para recorrer distintos lugares del país en busca de nuevas oportunidades, ya que nunca le gustó depender de otra persona.

“Siempre fui la oveja ne

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