Se cumplen seis meses de la brutal represión que recibió Pablo Grillo, mientras cumplía con el rol más trascendente que tiene un fotoperiodista: mostrar la realidad sin ningún tipo de filtro ni inteligencia artificial.

El proyectil que disparó un agente federal por orden de sus superiores, lo hirió de gravedad a él y nos dejó lastimados a todos los argentinos.

Entre las respuestas vergonzosas que esgrimió el gobierno se llegó a decir que fue “un hecho fortuito”.

Pablo estaba retratando lo más cruel que ocurría en aquel momento, ese fatídico 12 de marzo de este año, en el que las fuerzas federales por orden del Presidente Javier Milei y la Ministra Patricia Bullrich, reprimían a mansalva a jubilados y a manifestantes que los apoyaban con un único reclamo: una jubilación digna y no tene

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