“Me cuesta ceder el control, en la crianza y en la vida” , reconoce Cecilia Boufflet con una sonrisa que revela tanto honestidad como autocrítica. Madre de dos, y defensora férrea de la autonomía de sus hijos, busca que Juani (21) y Juli (16) crezcan con la libertad de elegir, pero acompañados y con límites claros: “Siempre traté de generar el espacio para que pudieran expresar qué querían decir. Entender que esa voz era escuchada y valorada bajó mucho las tensiones en casa”.

La maternidad, para Cecilia, es el arte de buscar el equilibrio cotidiano entre soltar y sostener , entre el inmenso amor por su trabajo y el deseo inalterable de estar presente cuando sus hijos decidan abrir la puerta: “Está bueno trabajar y estar parado atrás de esa puerta para que el día que la abran vos estés

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