Nació ciego. Pero con un talento para la música sin igual. Y esto fue lo único que le importó. José Feliciano llegó al mundo el 10 de septiembre de 1945, hace exactamente 80 años, en el seno de una familia humilde de Lares, un pueblo ubicado en la región occidental de Puerto Rico. Era el cuarto de 11 hermanos. Y padecía un glaucoma congénito, por lo que nunca tuvo la posibilidad de ver . Sin embargo, desde muy chico, supo cuál era su vocación. Y no dejó que su limitación física le impidiera seguir su camino.
“Mi primera memoria sobre tocar música fue cuando tenía tres años. Tocaba la percusión en una lata detrás de mi tío, que tocaba el cuatro. Creo que Dios mismo me estaba empujando hacia ese camino para que me fuera bien la vida”, relató el artista, que por entonces se nutría de ritmo