" Correr " de un lugar a otro por horarios apretados organizados por la agenda laboral, es un factor que ayuda a la desorganización alimentaria de las personas . Por eso, respetar los momentos de las comidas no solo es una cuestión de nutrición, sino también de salud . La psicología sostiene que la rutina alimentaria influye en:
Estado de ánimo .
Concentración.
Energía diaria.
En tal sentido, cuando las personas alteran constantemente sus horarios de comida, el cuerpo recibe señales contradictorias , lo que puede generar:
Ansiedad .
Irritabilidad.
Cambios en el metabolismo.
Esta irregularidad también se relaciona con hábitos de sueño desordenados.
Asimismo, el impacto psicológico de no comer en los horari