Imagínate la escena. Un lunes cualquiera en un aparcamiento de Barcelona . Un coche con tres personas dentro levanta las sospechas de una patrulla de los Mossos d'Esquadra . Lo que podría haber sido un simple control de rutina se convierte en el hallazgo de una joya de película: un diamante valorado en 30.000 euros . La pregunta que ahora está en el aire es tan brillante como la propia piedra: ¿de quién es este tesoro? Y, sobre todo, ¿cómo ha acabado allí? Quien quiera que lo haya perdido, seguro que está sufriendo.

Una patrulla con buen olfato

Todo empezó hace un par de lunes, cuando una patrulla de Seguridad Ciutadana del distrito de Les Corts , en Barcelona, vio algo que no les cuadraba. Unos movimientos raros, sospechosos , alrededor de un vehículo. Los agentes, c

See Full Page