De 7 en 7 años, la villa medieval de Moya vuelve a la vida para acoger las celebraciones del Septenario, una fiesta cuyos orígenes se remontan al año 1.639 y que está declarada de Interés Turístico Regional. Comenzó por una rogativa para pedir lluvia en el siglo XVII.
Las celebraciones se inician con la “subida” el 16 de septiembre. Es una romería a pie en la que miles de personas acompañan, desde el amanecer, a la Virgen de Tejeda que sale de su santuario de Garaballa, portada a hombros, para recorrer los 18 kilómetros que lo separan de la iglesia de Santa María la Mayor, en Moya. Allí llega al anochecer después de haber hecho parada en el pueblo de Landete a mediodía.
8 danzantes, dirigidos por el maestro Javier Sáez, preceden a la imagen y la acompañan con sus bailes en momentos señal