La paciencia de los habitantes de Tepic ha llegado a su límite. Lo que comenzó como una protesta laboral del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Estado y Municipios (SUTSEM) se ha convertido, tras semanas de bloqueo ininterrumpido en el corazón de la ciudad, en un foco de profundo malestar ciudadano. La intransigencia de la dirigencia sindical, que mantiene un plantón en la avenida México frente al Palacio de Gobierno, ha paralizado la movilidad y asfixiado al comercio local y ahora amenaza con alterar una de las tradiciones más arraigadas: la celebración del Grito de Independencia.

Mientras la libertad de manifestación no se cuestiona, los métodos empleados por el SUTSEM han desatado una ola de indignación. “No les basta la plaza Benito Juárez, sitio privilegiado para la lib

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