Si bien ya se conocía previamente que Perú había perdido el sueño mundialista, todavía había la leve chance de que pudiera irse con un triunfo. Sin embargo, una vez que recibió el gol de Matías Galarza en el minuto 78, la fotografía final ya no podía verse peor. A esto se le sumaron las caras largas de los mundialistas, la desilusión de los más nuevos y unos abrazos repartidos por Paolo Guerrero en el vestuario que olían a despedida definitiva.
La molestia del hincha
Hacia el segundo tiempo, la selección peruana pareció crecer en tanto a ofensiva y amenazar más el área paraguaya; sin embargo, como en casi toda la Eliminatoria, el gol no llegaba. Entre los jugadores más criticados estuvieron Luis Advíncula y Sergio Peña, quienes tuvieron que escuchar pifias en su contra cuando se dieron