El delantero argentino de Galatasaray , Mauro Icardi , protagonizó en las últimas horas un gesto contundente: removió los tatuajes alusivos a Wanda Nara que lucía en su brazo izquierdo . El futbolista, férreo en su decisión de demostrar el cierre de una etapa, compartió en sus redes sociales el proceso: el covering , esa práctica en la que un diseño nuevo sepulta la huella de otro.
Las imágenes hablan por sí solas. No hay rastros de la cara ni del nombre de Wanda Nara en la piel del delantero. En su lugar, una silueta de lobo se abre camino entre líneas oscuras y matices profundos, rodeado por un entorno de árboles y sombras, como si el propio Icardi buscara perder —o proteger— aquello que alguna vez fue visible para todos.
Cuando todo hacía prever que este nuevo capítu