Lo bautizaron como el "Benidorm de Corea del Norte" tras una visita de emisarios de Kim Jong-un a la Costa Blanca en 2017. El régimen quedó fascinado por la fórmula del turismo de sol y playa en Alicante y decidió levantar su propia versión en Wonsan-Kalma, un macrocomplejo frente al mar del Japón.

Pero tras la postal de playas artificiales, hoteles de lujo y toboganes acuáticos se esconde una historia mucho más oscura .

El resort fue levantado a base de trabajos forzados . Testimonios recogidos por organismos internacionales y medios especializados relatan cómo miles de jóvenes fueron movilizados en "brigadas de choque", obligados a trabajar a temperaturas bajo cero y con apenas tres horas de descanso diarias.

Aunque la propaganda oficial los presentaba como "voluntarios", la am

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