En los últimos meses crecieron las consultas por apps espía —conocidas como stalkerware— que se camuflan como herramientas de control parental o rastreo y permiten a terceros acceder a conversaciones, llamadas, fotos y ubicación sin permiso. Detectarlas a tiempo es clave para proteger la privacidad y evitar que sigan recolectando datos.

Estas aplicaciones suelen instalarse fuera de las tiendas oficiales y abusan de permisos avanzados del sistema para ocultarse y tener control del equipo.

Señales como lentitud repentina, sobrecalentamiento, picos en el consumo de datos o funciones que se activan solas son indicios para iniciar una revisión.

Antes de actuar, los especialistas recomiendan considerar el contexto personal: eliminar una app espía puede alertar a quien la instaló y el

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