La edad biológica es una forma de medir cómo de envejecido está tu cuerpo en realidad, más allá de los años que marca tu DNI. Mientras que la edad cronológica es solo un número, la biológica refleja el estado de tus órganos, tejidos, metabolismo y tu capacidad física .
Entre los factores que influyen en la edad biológica destacan la salud cardiovascular, la composición corporal, la fuerza y función muscular, así como la flexibilidad, el equilibrio y la velocidad al caminar. En definitiva, aunque tengas 50 años, puedes tener un cuerpo de 30...o de 70.
Existen test caseros que ayudan a detectar el deterioro funcional precoz, estimar el riesgo de caídas y valorar la edad biológica desde un punto de vista funcional. No dan resultados exactos al milímetro, pero sirven como un buen criba