La mediática y compleja relación entre Mauro Icardi y Wanda Nara suma un nuevo capítulo, esta vez en el plano de los mensajes simbólicos. El delantero del Galatasaray dio un paso definitivo para cerrar el ciclo con la empresaria: cubrió los tatuajes que se había hecho en su honor en el brazo izquierdo. El futbolista, a través de sus redes sociales, mostró el proceso de covering con el que sepultó la imagen de la cara y el nombre de Wanda Nara, sustituyéndolos por un nuevo diseño: la figura de un lobo en medio de un bosque, un gesto que algunos interpretan como una necesidad de protegerse o de marcar un quiebre en su vida.

Cuando todo indicaba que la historia quedaría allí, Wanda Nara respondió al gesto de una manera igualmente contundente. Minutos después de la publicación de

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