Las EPS intervenidas no han mostrado señales de recuperación: tras las medidas de control, la relación entre obligaciones y activos por recuperar se volvió aún más desfavorable. La abrupta caída de las cuentas por cobrar en 2024, sumada al aumento sostenido de las cuentas por pagar, refleja un flujo de caja crítica y una creciente dependencia de recursos externos para mantener la operación.

De acuerdo con un informe de Así Vamos en Salud, Entre 2020 y 2025 los activos del sistema de salud registraron una fuerte caída: pasaron de $23,2 billones, su punto más alto, a $18,1 billones. La disminución, de más de 5 billones en cinco años, refleja un menor respaldo económico y una capacidad financiera debilitada para responder a las demandas del sector.

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