Bajo la consigna de " Bloqueemos todo" , las calles, avenidas y rutas de toda Francia fueron el escenario de la bronca que está masticando la gente hace años. Piquetes y protestas se multiplicaron en París, Marsella, Rennes y Toulouse, entre otras localidades para hacerle saber, una vez más, al presidente Emmanuel Macron que no quieren el ajuste masivo que, con un gobierno tras otro, intenta imponer . Esta vez, entre 200.000 y 250.000 personas se movilizaron y las autoridades respondieron de igual manera: desplegaron a 80.000 miembros de las fuerzas de seguridad, hubo tensión, algunos enfrentamientos y 473 detenidos.
Era una fecha muy esperada porque están todos los elementos para el inicio de un nuevo movimiento de protesta masivo como el de los chalecos amarillos, que sacudió y c